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01 octubre 2025
Categoría : Reportaje
Jóvenes que ya no se quedan fuera: la nueva voz de Angola
“Recuerdo la primera vez que trajimos a jóvenes de zonas rurales a una conferencia provincial. Muchas chicas venían con sus bebés. Los niños lloraban en medio de los debates… y no pasaba nada. Era parte de la vida, de la realidad angoleña. Lo importante era que, por primera vez, esas jóvenes estaban sentadas en la mesa y podían hablar”, cuenta Pablo López Dean, coordinador del proyecto PASCAL.
Esa imagen resume la transformación que el proyecto está impulsando en Angola: abrir espacios de participación real, inclusiva y sin filtros para una sociedad civil joven, femenina y diversa.
El proyecto PASCAL (Apoyo a la Sociedad Civil en la Gobernanza Local en Angola) es una iniciativa de la Unión Europea que busca fortalecer la participación ciudadana en los procesos de descentralización del país. Se ejecuta a través de un consorcio europeo liderado por FIAP y la Agencia Central de Proyectos de Lituania (CPVA), en estrecha colaboración con el gobierno de Angola a través del Ministerio de Administraciones del Territorio y organizaciones de la sociedad civil. Su misión no es imponer agendas, sino facilitar capacidades, abrir espacios de diálogo y acompañar con evidencia técnica la transición hacia una gobernanza más inclusiva y participativa.
La juventud toma la palabra
Angola es uno de los países más jóvenes del mundo: el 64% de la población tiene menos de 25 años. Pero durante años, la juventud ha estado al margen de la toma de decisiones. PASCAL ha creado procesos donde eso cambia.
Entre 2024 y 2025, el proyecto facilitó más de 855 actividades en 25 municipios, con la participación de 12.193 personas solo en las dinamizadas por los puntos focales, de las cuales 3.518 eran jóvenes (29 %) y 2.346 mujeres (19 %). Además, se organizaron foros provinciales de juventud en las cinco provincias de intervención, reuniendo a 200–250 jóvenes por encuentro y a representantes de organizaciones municipales en dinámicas en cascada que alcanzaron a miles más.
Un ejemplo claro es el proceso llevado a cabo en la provincia de Huíla. “Uno de los resultados más evidentes es la creación de foros provinciales donde los jóvenes pudieron presentar sus preocupaciones y necesidades, y entregarlas en un documento oficial a las autoridades. En Huíla, por ejemplo, entregaron sus propuestas al gobernador y este año vuelve a participar para dar seguimiento a sus compromisos”, explica Teófilo Silvestre, especialista en gobernanza e innovación pública de PASCAL.
En paralelo, el proyecto ha buscado nutrirse de experiencias internacionales. En Benguela por ejemplo, se realizó en agosto una capacitación para las Organizaciones de la Sociedad Civil involucradas en las Jornadas Provinciales de la Juventud, conducida por Bruno António, director ejecutivo de la red europea DYPALL, una plataforma europea que trabaja para el fortalecimiento de la participación juvenil en la toma de decisiones a nivel local. El encuentro se centró en metodologías de inclusión activa de la juventud en procesos de gobernanza, reforzando la capacidad de las OSC angoleñas de trabajar con y para jóvenes.
Este tipo de intercambios muestran el valor añadido de PASCAL y de la cooperación europea: poner el conocimiento de las administraciones y redes públicas internacionales al servicio de procesos locales, creando espacios de confianza y diálogo entre iguales.
Mujeres jóvenes que aprenden a reclamar su lugar
La participación no solo es juvenil, también es femenina. Analdina Nouemou especialista de apoyo a la sociedad civil en PASCAL, lo resume así:
“Muchas mujeres no sabían que participar en los consejos locales era un derecho. Después de las formaciones, ahora se acercan a las administraciones municipales, preguntan y reclaman. Incluso mujeres de zonas rurales, con hijos pequeños, han aprendido cómo organizarse en núcleos y llevar sus propuestas a la administración. Eso es un cambio profundo”.
Además, gracias al fondo de subvenciones de 1 millón de euros, 14 organizaciones de la sociedad civil, han accedido por primera vez a financiamiento europeo, muchas de ellas juveniles y de mujeres, aprendiendo a gestionar recursos y fortaleciendo su autoestima institucional.
De la base al futuro
El impacto de PASCAL no se mide solo en números —aunque ya son miles los jóvenes y mujeres implicados—, sino en procesos que siembran futuro. La sociedad civil se organiza mejor, las autoridades escuchan y, poco a poco, se rompe el silencio histórico de los grupos marginados.
“PASCAL ha generado confianza entre instituciones y sociedad civil. Ha profesionalizado a las administraciones locales y ha puesto a mujeres y jóvenes en el centro de la gobernanza. Hoy la participación ciudadana en Angola es más inclusiva que nunca”, afirma Teófilo.
En palabras de Pablo: “PASCAL no lidera, facilita. La voz la ponen ellos: jóvenes, mujeres, comunidades rurales. Y cuando esas voces se escuchan en la Asamblea Nacional o en la gobernación, el país cambia”.
✍🏽 Laura Cárdenas, consultora de comunicación en esta actividad del Proyecto PASCAL
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