14/10/2025
Funcionarios de ocho países árabes se han reunido en Riad para celebrar el primer ejercicio regional de gestión de crisis antiterrorista.
Treinta y ocho altos funcionarios de seguridad interna de ocho países árabes se han reunido en la Universidad Árabe Nayef de Ciencias de la Seguridad (NAUSS) en Riad para gestionar un escenario realista de crisis terrorista durante una visita presidencial, respetando el Estado de derecho y los derechos humanos. Durante dos días, el proyecto europeo CT-JUST y la NAUSS, en cooperación con el Consejo de ministros del Interior árabes, AIMC, por sus siglas en inglés, han transformado la teoría en práctica mediante una simulación estratégica que ha puesto a prueba la coordinación regional dentro de un marco democrático.
José María Fernández Villalobos, director del proyecto CT-JUST, ha afirmado: «La amenaza terrorista no perdona a ningún país. Es nuestro deber anticiparnos a las crisis y organizarnos en las mejores condiciones posibles». Ha destacado que los ejercicios de simulación refuerzan las capacidades de prevención, respuesta y cooperación, al tiempo que respetan los derechos y los principios democráticos, y ha añadido: «No se trata de una competición: no habrá perdedores ni ganadores, sino solo lecciones compartidas y habilidades reforzadas».
El ejercicio ha comenzado de forma inocua con un panadero que vendía cantidades inusuales de pan. Horas más tarde, se descubrió un apartamento conspirativo y un terrorista ha escapado con un cinturón explosivo. Mientras las redes sociales difundían rumores, se descubrió un vehículo manipulado y las familias de las víctimas se pusieron en contacto con la prensa. Había que tomar decisiones rápidamente bajo la mirada escrutadora de los periodistas y de un público preocupado.
Este escenario reflejaba la complejidad real de una crisis en la que el terrorismo, la desinformación y la cobertura mediática crean una volatilidad extrema. Los participantes se enfrentaron a dilemas éticos a la hora de equilibrar la eficacia operativa con las garantías legales, los derechos humanos y la proporcionalidad, tensiones fundamentales para la seguridad democrática.
Las simulaciones agudizan los reflejos de los altos ejecutivos a la hora de tomar decisiones en entornos controlados pero realistas. Ofrecen lo que las crisis reales no ofrecen: la oportunidad de cometer errores, aprender y volver a intentarlo. Los líderes han puesto a prueba hipótesis y han identificado fallos de coordinación antes de que costaran vidas, al tiempo que garantizaban la rendición de cuentas.
Estos ejercicios ponen de relieve los puntos ciegos que los procedimientos escritos pasan por alto: cómo reaccionar cuando fallan las comunicaciones, quién decide cuando la información es contradictoria, cómo coordinar servicios aislados. Por encima de todo, evalúan la capacidad de defender el estado de derecho, el debido proceso y la dignidad humana durante las emergencias.
La iniciativa, ha reunido a 38 altos funcionarios de Arabia Saudí, Líbano, Baréin, Túnez, Comoras, Yibuti, Catar y Somalia. En ella se ha puesto de manifiesto el compromiso compartido de reforzar la resiliencia regional sobre la base de prácticas legales y respetuosas con los derechos. 
Los eventos simulados han incluido filtraciones, rumores virales y declaraciones falsas. Los participantes han experimentado cómo la desinformación amplifica las crisis y cómo la acción legal y la comunicación eficaz son esenciales para mantener la confianza del público.
Jean-Pierre Despres, experto sénior de CT-JUST, ha señalado: «Esta actividad ilustra la calidad de la cooperación entre la Unión Europea y los socios árabes. Más allá de los procedimientos, hemos visto surgir una cultura común de gestión de crisis, que reconoce que la seguridad y los derechos humanos son complementarios».
Por su lado, Khalid Bin Abdulaziz Alharfash, secretario del Consejo Supremo de la NAUSS, ha añadido: «La NAUSS se enorgullece de acoger esta iniciativa, que posiciona a nuestra institución como un centro regional de excelencia. Este ejercicio marca una nueva era de cooperación, que permite a nuestros ejecutivos poner a prueba los procedimientos y reforzar la idea de que las fuerzas de seguridad sirven y protegen los derechos de toda la ciudadanía».
En la sesión informativa se han destacado puntos fuertes como la rápida reacción y la improvisación, al tiempo que se identificaron mejoras en la coordinación y la comunicación entre organismos bajo presión. Los participantes han reflexionado sobre la necesidad de garantizar las garantías jurídicas y las respuestas proporcionadas en contextos de alta presión. Se presentará un informe detallado con recomendaciones a la AIMC y a la NAUSS para orientar el desarrollo profesional en materia de eficacia operativa y prácticas basadas en los derechos.
El objetivo a largo plazo de estas formaciones es crear una cultura regional de preparación para las crisis que combine la excelencia operativa con un firme compromiso con los derechos humanos y la responsabilidad democrática.

