• 18 agosto 2025

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    Categoría : Reportaje

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    «Apagar el fuego con fuego»

    Apagar el fuego con fuego. Una posibilidad basada en la limpieza del monte para contener los grandes incendios forestales.

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    Ángela Iglesias, cooperante con la FIAP del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

    España está en llamas: cerca de 140 000 hectáreas han ardido a 10 de agosto según las estimaciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cifras solo superadas en 2022 en la última década, y con varios incendios aún por extinguir. Con este panorama, agravado por la persistente ola de calor de las dos primeras semanas de agosto, son cada vez más las voces que insisten en la necesidad de aumentar la prevención.  

    Y es que, aunque el número de incendios está decreciendo, según el Informe Incendios Forestales 2025 de la organización WWF,aumenta la proporción de incendios en los que arden más de 500 hectáreas. Fuegos cada vez más grandes y con potencial de quemar miles de hectáreas en pocas horas”. El cambio climático es una de sus causas principales, pero también el abandono de las zonas rurales, donde se acumula más vegetación seca que crea condiciones propicias para que el fuego se propague rápidamente.  

    Y, detrás de estas cifras, la mano del hombre: el origen de los incendios es principalmente por el ser humano, en torno a un 95%. El fuego natural originado por los rayos solo produce alrededor de un 5% de los incendios (datos del estudio Impactos sobre los riesgos naturales de origen climático del catedrático de Ecología por la Universidad de Castilla-La Mancha José M. Moreno).

    España tiene una de las estadísticas forestales más completas del mundo 

    La buena noticia es que el trabajo que realiza nuestra administración para frenarlos es ingente. En España contamos con una de las estadísticas forestales más robustas del mundo desde el año 1968. Con más de 590.000 registros, la Estadística General de Incendios Forestales (EGIF) es clave para investigar las causas y esencial para evitar nuevos incendios. Y aquí nos encontramos con una de las máximas: usar el fuego para apagar el fuego.  

    Recuperamos el testimonio de Ángela Iglesias, jefa de servicio del área de defensa contra incendios forestales del MITECO y cooperante con la FIAP, que nos desvela las claves de estas prácticas, imprescindibles para mantener el monte limpio, regular las quemas particulares o frenar un incendio.  

    Quema controlada, quema prescrita y fuego táctico 

    En España, según apunta el MITECO, se han producido de media en la última década más de 13.000 incendios al año que han afectado a una superficie superior a 100.000 hectáreas anuales, lo que constituye la principal degradación de los montes. Por si los números nos abruman, la superficie quemada al año sería, de media, algo mayor que la isla de Lanzarote. 

    Por eso, la prevención de estos incendios es fundamental. Desde el Área de Defensa contra Incendios Forestales del MITECO coordinan todos los esfuerzos para regular las quemas y conseguir que estas eviten los grandes incendios. Tres prácticas claves: la quema controlada, la quema prescrita y el fuego táctico.  

    Quema controlada
    Trabajos de quema controlada

    La quema controlada es un fuego que se genera bajo control, es de una pequeña extensión y depende de cada normativa autonómica. Por ejemplo, para eliminar restos de poda.  

    Por otro lado, una quema prescrita es aquella que tiene una prescripción técnica, es decir, una quema que ha sido autorizada por un técnico o técnica tras analizar las circunstancias de la quema. Puede tener como objetivo el bajar la carga de combustible en el monte, es decir, reducir las materias vegetales que pueden arder y propagar el fuego; facilitar el acceso de los animales a balsas de agua; o que las rapaces puedan ver durante el vuelo a sus presas, entre otros.  

    Por su parte, el fuego táctico es una herramienta de extinción frente a los incendios forestales. Cuando ya se ha originado un incendio, se puede decidir utilizar esta práctica para eliminar el combustible y forzar a que el incendio se apague una vez llegue a esa zona donde ya no hay ningún material que lo pueda propagar. Es, como decíamos, “usar el fuego para apagar el fuego”.  

    Cooperar para apagar el fuego: los incendios no entienden de fronteras 

    El fuego no entiende de fronteras y la cooperación para intercambiar buenas prácticas y conocimientos sobre cómo prevenirlos y apagarlos es esencial. En la FIAP, a través de programas como Amazonía+ o EUROCLIMA, hemos compartido la experiencia española de prevención con países como Colombia, Ecuador o Perú.  

    Una ida y vuelta de aprendizajes que también nos ayuda a mejorar nuestra forma de actuar. “De Argentina hemos aprendido, por ejemplo, el usar las quemas para gestionar la biodiversidad. El querer gestionar unas especies frente a otras puede tener muchos objetivos: porque unas son invasoras y se las quiere eliminar, o porque unas representan el alimento de ciertos animales o cierta fauna. Y no solo alimento, también hábitat de cierta fauna. A lo mejor quiero unas especies que tengan unas raíces más profundas para que me sustenten más el suelo frente a la erosión”, nos cuenta Ángela.  

    “No todos los fuegos son incendios” 

    “Como hemos aprendido de Bibiana Bilbao, etnoecóloga, especialista en fuego, docente e investigadora ‘no todos los fuegos son incendios’”, nos cuenta nuestra compañera Clara de los Reyes, del programa Amazonía+. El fuego cumple múltiples funciones y es clave entenderlo.  Tradicionalmente se asocia el fuego con la severidad de los incendios. Sin embargo, el fuego es una herramienta de gestión del paisaje que hay que conocer y que podemos utilizar para prevenir los grandes incendios forestales.  

    “La realidad del cambio climático y el círculo vicioso en el que el calentamiento global y los incendios forestales se retroalimentan nos exige, como sociedad, más conocimiento, más estrategia y más cooperación para enfrentarlo, así como políticas públicas robustas que inviertan en prevención”, concluye Clara. 

     

    ✍🏽 Lucía Anabitarte Colomer, técnica de Comunicación de la FIAP

    Las opiniones vertidas en este blog son exclusiva responsabilidad de la persona que las emite.

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